Barcelona ahondó hoy su crisis al no poder pasar del empate 1-1 ante el Athletic de Bilbao en el primer partido de Lionel Messi como suplente en la presente edición de la Liga española.
Sentado en el banco durante 55 minutos, el astro vio cómo los dirigidos por Eduardo Berizzo aprovechaban los múltiples desajustes de sus compañeros para adelantarse en el marcador por medio de Óscar de Marcos justo antes de la pausa, en el minuto 41'.
Su descanso, en la séptima fecha, no duró mucho más. El 10 saltó a la cancha en el segundo tiempo y de sus botines salió el disparo cuyo rechace convirtió en gol el español Munir. Corría el minuto 84' y el Camp Nou estalló.
Pero ni siquiera así consiguieron los hombres de Ernesto Valverde evitar el tercer tropiezo consecutivo en una semana de espanto. El punto rescatado fue un consuelo menor frente a los siete dejados por el camino en apenas tres partidos.